El problema del Valencia no es el gol, ni los delanteros, es el juego

El equipo juega mucho peor que el año pasado, llega menos y lo hace peor, con lo que la efectividad, como es normal, tiene que bajar

Toni Hernández | 09 ENE. 2019 | 07:00
Santi Mina

El problema del Valencia no es el gol, ni los delanteros, es el juego. Ni más ni menos, y eso no va a cambiar con fichajes aunque pueda mejorar, que eso tampoco es complicado. El Valencia es un equipo previsible, mucho, y al que parar resulta demasiado fácil, porque además tiene bajas que son importantes, que se están acusando demasiado, y que si encima coincide con un mal estado general, se convierte en lo que estamos viendo todo el año. Y aunque ha habido partidos en los que los porteros rivales han sido los grandes protagonistas (ese encuentro perdido contra el Girona fue exagerado), lo cierto es que Neto ha sido el mejor del equipo demasiadas veces y en demasiados momentos, y que comparativamente se llega mucho menos, y mucho peor, al marco contrario que el año pasado. Y aunque eso no justifica 16 goles en 18 partidos, empieza a explicarlo.

El Valencia hacía daño el pasado por fuera, muy por fuera, haciendo largo el campo a los rivales, teniendo que defender abiertos a extremos rápidos que entraban directos. Ese generaba espacios en el centro, en la linea de tres cuartos rival, donde Rodrigo se movía perfecto, y hacía correr a todos como si no hubiera mañana. Pero este Valencia no corre, no es profundo, no hace daño, no genera superioridad ni espacios, y se ahoga. Si encima llega menos y define peor, está condenado, pero la base de todo es el juego, la falta de él, el cambio brusco que se ha dado y que se está pagando caro. Con estos delanteros o con otros, que también hay que dejarlo claro.