"Es que el Valencia debería liarla en Madrid y no callarse"

“El Valencia no tendría que estar callado, el VAR es un desastre selectivo, le están faltando al respeto, los arbitrajes son una vergüenza, y así no se puede seguir”. Podría ser, de un modo muy suavizado, si exabruptos, la opinión general del entorno del club sobre el partido del Eibar y el penalti que le pitan en contra al equipo y que supone el 1-1. El problema es que la acción de Gayà es penalti, aunque sea riguroso, porque salta con el brazo extendido, y esa mano, si es dentro del área, es pena máxima. ¿Que se tendría que haber revisado la de Santi Mina minutos después? Si el problema es que se hace, porque hay un árbitro viendo el partido desde la sala del VAR, y es ese que está delante de varios monitores el que decide o no parar un encuentro. Y ahí es donde está realmente el problema.

Las leyendas urbanas de ir a Madrid y “hablar con quien se tiene que hablar”, o montar un show mediático rajando del estamentos arbitral, la Federación y La Liga (que nada tiene que ver con los colegiados, pero se mete siempre en el bote), es la forma de quedar bien sin hacer nada. Porque esto no va de que un equipo esté caliente y arme un circo, sino que es un problema mucho más profundo, que ahora no vamos a analizar porque no es día. Pero salir a hablar de esto no soluciona nada, ni tapa vergüenzas, y ahora mismo se puede estar cabreado, pero los problemas son otros, aunque este no ayude.