¿Qué decir de un Barcelona - Valencia que no se haya dicho? Que va por ti, Jaume Ortí

17 de junio de 2001, Nou Camp, Barcelona. Un Valencia en depresión por la pérdida de la Champions League unas semanas antes, y que había vuelto a caer en casa después contra el Deportivo de La Coruña en su lucha por quedar entre los 4 primeros, fiaba todo el año a no perder el último partido del curso, que había tenido nada menos 57, y con el que se iba a jugar, 58. Todo dependía de al menos un empate. Y no se dio, porque en el duelo personal Rivaldo - Baraja de aquel día (entre ambos marcaron los 5 goles del 3-2 final), terminó ganando el brasileño, cuyo tanto más importante con la camiseta azulgrana fue para que quedaran cuartos. Todo un dato revelador. Aunque el recuerdo de aquel partido disputado en el coliseo culé, como pasa también hoy, para algunos es muy distinto.

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Pedro Cortés no acudió como presidente, que la venta de Mendieta se estaba gestando y las apariciones públicas, cuantas menos, mejor. ¿Y quién se comió el marrón de dar la cara cuando nadie quería en un día de máximo riesgo que podía terminar mal? Jaume Ortí, quién si no. Discreto como siempre, tenía que aguantar en el palco a uno de los tipos más impresentables que se han sentado en una butaca presidencial, Joan Gaspart. El forofo llevado a su máximo expresión siendo dirigente. Allí se puso a celebrar como un poseso ante la mirada atónita del bueno de Jaume. Aquello lo tengo grabado a fuego, y seguro que más gente también. Y en días como hoy, me viene fácil a la mente. Va por ti tío Jaume.