Los dos fichajes clave del Valencia de alto riesgo... si no hay sentido común

El Valencia ha cerrado los dos fichajes más importantes de cara a la temporada que viene, los que mejor rendimiento van a dar respecto al precio que han costado, los que más implicados van a estar con el club, los que más lo sienten, lo conoces e identificados con él. Y al mismo tiempo los más jóvenes de la plantilla, los más inexpertos, los que están en fase de aprendizaje y formación, los que deben ser el futuro pero terminando de hacerse en el presente. Carlos Soler y Toni Lato son las mejor noticia del año, junto a Zaza, pero ellos son de casa y eso vale más, que no se enfade el gigante italiano. Pero hay que tener los pies en el suelo, hay que ser fríos, y sobre todo, no quemar a dos chavales que lo tienen todo para comerse el mundo en su casa.

Todo el mundo espera que ambos se salgan el año que viene, que la revienten desde el primer día, que se les mejores los contratos, que se les suban las cláusulas, que se les blinde para que nadie se los pueda llevar. Lo mismo que pasó hace dos años con Gayà, por ejemplo, al que las lesiones y su etapa de formación no la han dejado ser de forma permanente el que acabará siendo. Al de Pedreguer se le ha dado cera por encima de la cabeza con una contradicción a petición popular: "desde que renovó el contrato, nada, se ha acomodado". Un clásico cuando no van las cosas bien, dicho por lo que clamaban que ese contrato fuera mejorado un año atrás. Lato y Soler, y Gayà, son el futuro, pero calma, sentido común, y paciencia.