La independencia de Alesanco y lo que manda el dueño del Valencia (y de cualquier empresa)

El nuevo director deportivo del club se mostró tajante con el famoso tema de la autonomía que vaya a tener respecto a los fichajes

Toni Hernández | 02 MAR. 2017 | 07:02

"La independencia que tenga he de ganármela yo con mi trabajo y esfuerzo", decía José Ramón Alesanco sobre la autonomía que tendrá el nuevo director deportivo del club, algo llega a límites marcianos y absurdos, porque poco menos se está exigiendo a un empleado de una empresa (olvidemos que esto es fútbol y "sólo" es la vida real) que le diga a su jefe/dueño que el que manda aquí es el que cobra, no el que paga, y eso, simplemente, es una estupidez, porque no pasa en ninguna parte. Todos tendemos a ser muy gallitos cuando hablamos de los empleos de otros, somos todos muy "cuñados", y nos encanta eso de "si yo fuera tu...", y sueltas tu vacilada que jamás tendrías los bemoles de hacer en tu trabajo. ¿Alguien de verdad piensa que Monchi hace lo que le da la real gana sin que nadie en el Sevilla le de el visto bueno? ¿Tan ingenuos somos para dar eso como hecho objetivo y probado?.

Por su puesto que la independencia te la debes ganar, en el fútbol y en cualquier trabajo, porque con tus hechos, con lo que hagas, te ganarás esa confianza o la perderás. Es que es algo tan obvio, tan humano y tan sencillo, que la demagogia que le hacemos porque se trata de fútbol es algo que me saca de quicio. ¿A Amancio Ortega alguien le discutirá en su empresa si él decide que una cosa se hace de una forma determinada? La función de Alesanco, de cualquier empleado, es hacer bien su trabajo, en este caso ver todo el fútbol posible, tender controlados a la mayor cantidad e entrenadores y jugadores, conseguirlos al menor coste posible en base a un plan deportivo trazado con el entrenador, y que la propiedad apruebe las compras. ¿Cuantas veces en nuestros trabajos nos hemos pegado una paliza, cumpliendo con nuestra obligación, y ha venido el dueño/jefe y ha dicho que no, que así no? ¿Hemos dimitido, le hemos dicho que no tenía ni idea, le hemos impuesto que mandamos nosotros?. Pensemos bien la respuesta.