¿Qué pasó en el vestuario?

Albelda coge el testigo de Ballesteros

Rafa Carretero | 07 NOV. 2011 | 13:01

Ballesteros se ganó la ira de Mestalla el pasado curso con aquella celebración malinterpretada en la que se llevó la mano a los genitales y su rifirrafe con Unai Emery, al que poco menos que cogió de la pechera en el túnel de vestuarios. Esta vez, sin embargo, el papel de villano tras el derbi ha ido a parar a Albelda, en el ojo del huracán de la afición granota.

"A ver si aprendéis, hijos de puta". Es el exabrupto que algunos jugadores del Levante ponen en su boca tras el partido y que el supuesto protagonista niega. Según el capitán valencianista, es cierto que tuvo un cruce de palabras sobre el césped con Ballesteros, pero no pasó de ahí. Niega haber insultado a nadie aunque reconoce, eso sí, haber lanzado besos irónicos al grupo de aficionados que estaba increpándolo a la entrada del túnel. "Acabé el partido muy tranquilo", asegura.

Sin embargo, las explicaciones de Albelda no convencen en Orriols. Juan Ignacio aseguró que "cada uno es esclavo de sus palabras" y más allá del vestuario, incluso el vicepresidente Tomás Pérez censuró públicamente su comportamiento. Para la grada blaugrana, que ya lo tenía cruzado, se ha convertido en persona non grata.

Pese a todo, la polémica no evitó que Quico Catalán tuviese el buen gesto a la mañana siguiente del partido de interesarse por el aficionado que peor parado salió de la avalancha que terminó con cinco valencianistas en el suelo tras ceder, otra vez, una valla del Ciutat. El presidente lo telefoneó y fue informado de que no llegó a ir al hospital pese a sufrir varios traumatismos por el golpe.