El Valencia y su banda derecha: debate y futuro incierto

El Valencia CF se encuentra en plena construcción, y en ese proceso hay zonas del campo que generan mucho debate. Una de ellas es la banda derecha. Carlos Corberán apostó por renovar a Dimitri Foulquier, una decisión que ha sido leída como un gesto de confianza pero también como una solución ante la falta de alternativas.

Foulquier es un futbolista comprometido, cumplidor, con experiencia y polivalente. Sabe adaptarse a distintos sistemas y ha sido importante en momentos de urgencia. Pero su rendimiento no siempre convence. En muchos partidos se ha mostrado sólido en defensa, pero con poca incidencia ofensiva. Su presencia no desborda, no acelera ni da profundidad al juego, algo que en un equipo que pretende ser más propositivo puede ser un lastre.

Corberán ha defendido la importancia de tener futbolistas fiables, y Foulquier lo es. La falta de competencia directa ha convertido su continuidad en necesidad, no tanto en apuesta estratégica. En ese sentido, la dirección deportiva tiene trabajo pendiente: o se refuerza el lateral derecho con un perfil más vertical y desequilibrante, o se asume el riesgo de seguir con un jugador que ofrece poca seguridad.

La banda derecha se ha convertido en una zona sensible. La recuperación total de Thierry Correia, aún incierta, puede cambiar el panorama, pero el técnico no quiere depender de conjeturas. La temporada será larga, exigente y sin margen para improvisar. Foulquier seguirá siendo útil, pero el Valencia necesita algo más para poder crecer.