Resentimientos en el entorno del Valencia a cuenta del Nuevo Mestalla

Cualquier excusa es buena para montar una guerra en el entorno del Valencia, y el Nuevo Mestalla parece que es una mina gigante a la que nadie piensa renunciar. Que el campo se debe acabar, y que en Mestalla no nos podíamos quedar, es algo que sabemos desde hace casi 20 años, aunque nos hayamos tirados los últimos meses negando la mayor… tras mucho tiempo pidiendo todo lo contrario.

Algunos, simplemente, hemos hablado de sentido común durante este eterno periodo, y sin cambiar un ápice la posición ni el discurso, hemos recibido insultos porque no se acaba el campo, como si fuera cosa nuestra, y ahora porque se acaba, que sigue sin ser cosa nuestra.

Y la situación está destapando las más bajas pasiones, por decirlo de un modo poético, porque ahora ya no puedes decir que esto te parece lo normal, sin más, y que ojalá y salgo bien, tal y como estaba proyectado en el plan de 2006. Yo entiendo que si has estado años diciendo que algunas no iban a pasar, y luego pasan, tu posición queda tocada y alguien tiene que pagarlo, pero es que si has defendido lo que tenía defensa, el problema es única y exclusivamente ese.

Ahora la persecución es por el Nuevo Mestalla, que mañana será por otra cosa, pero hoy toca eso. No saben el daño que se le hace al Valencia actuando de este modo, quiero pensar que no lo saben, porque esa semilla de odio luego sale, como pasó en el proceso de venta de 2014, y de ninguna manera traerá nada que no sea malo para el club. Y no lo queremos ver de una forma que mi cabeza no logra asimilar después de tanta guerra.