Elegir a Baraja como culpable de los males del Valencia

Se ha elegido a Baraja como culpable de los males del Valencia. Y sino culpable, sí al menos el responsable que más a mano nos coge, sobre el que poder volcar nuestra frustración, nuestra rabia y, por supuesto, nuestro miedo.

Es un proceso que no tiene vuelta atrás, porque cuando se empieza a andar ese camino no se puede parar. A no ser que el equipo comience a ganar partidos de forma imparable, algo que, ahora mismo, no parece que vaya a pasar, porque cada punto, cada victoria, nos va a costar sangre, sudor y lágrimas, y eso está muy lejos de lo que hace falta de verdad para apaciguar los ánimos.

Veo la campaña de algunos medios, de algunos periodistas, y sino campaña sí mensaje, que como tengo muy claro cómo funciona esto, sé de dónde viene, y la razón por la que se hace. Hay un momento en el que pone el pulgar hacia abajo, como en el Circo romano, y entonces ya no hay nada más que hablar.

No sé cuántas semanas pasarán, o si el equipo será capaz de dar ese giro descomunal a todo, pero ahora mismo, viéndolo con ojos de un viejo periodistas que ya ha experimentado todo, o casi, no veo otro final. Siento pena, y muchas más cosas que me guardo para mí, pero por encima de todo sólo pido algo: que sea lo mejor para el Valencia y que vayamos todos a muerte con lo que sea, porque el futuro del club está en juego.