Rubén Baraja: en el centro de una tormenta valencianista

Parecía que no podía ocurrirle nada peor al Valencia CF. Últimos en la tabla clasificatoria y con pocas variantes, con un mercado que no ha dejado satisfecho a nadie y una afición cansada de la gestión, el valencianismo comenzó el parón navegando en la desesperanza. Pero el caso Rafa Mir ha roto todos los esquemas, en este suceso el club tiene poca culpa pero lógicamente es un problema muy grave. 

Será la justicia la que determine la inocencia o no del futbolista, pero la causa se ha iniciado y parece que puede alargarse. El Valencia debe decidir si el jugador puede continuar en el equipo o decide apartarlo, la opinión pública es unánime y en el caso de que siguiera jugando se encendería un debate que no beneficiaría en nada. Rubén Baraja tiene que gestionar la situación y es posible que pierda a una de las grandes apuestas del pasado verano, la bola de nieve se ha hecho grande y la delantera vuelve a sufrir un contratiempo de alcance.

La imagen del Valencia vuelve a verse perjudicada por un escándalo que nunca debería haber sucedido, el comportamiento y la profesionalidad de algunos jugadores de la plantilla también está en el punto de mira. La plantilla debe centrarse en el trabajo diario pero lamentablemente el club se ha encontrado con una papeleta difícil de resolver.