El futuro del Valencia está en manos de Rubén Baraja

Rubén Baraja es el futuro del Valencia, y a él nos encomendamos por todo. Sí, sé que es una presión excesiva, porque al final, “sólo” es el entrenador dele equipo, pero su figura abarca tantas cosas, y su sombra es ta alargada, que ahora mismo no se entiende este club sin que él esté al frente. Y eso es algo a lo que se debe poner remedio, y me explico.

Lo primero es renovarle, y con ello, dejar claro que el proyecto de futuro pasa porque “la propiedad tenga la misma ambición que yo”, como dijo hace unas semanas. Si eso pasa, de verdad y no sólo con palabras, ya tenemos mucho ganado, pero mucho. Y respecto a esa soledad de la que hablamos, ha de estar mucho más arropado en todos los sentidos. A nivel público y también privado.

No sé cómo hay que hacerlo, o sí tengo alguna idea que compartiré con quien corresponda, aunque teniendo claro que tampoco me harán mucho caso, pero Baraja no puede serlo todo en el Valencia, porque eso, simplemente, se lo terminará tragando, y no podemos consentir que eso le suceda a la leyenda más grande de la historia de este club. Y en particular, tampoco lo voy a permitir porque es mi amigo, aunque esa es otra historia.

Hay una serie de pasos que se deben dar, y que han de darse de forma inexorable. Y para ellos Singapur tiene que soltar un poco las cadenas, porque en caso contrario es imposible, ya sea con este local management o con otro, que al final tendemos a culpar a los que están, cuando la situación sería idéntica si fueran otros los que estuvieran al frente.