Valencia CF: mantener la calma tras la tormenta

Las palabras de Rubén Baraja tras el Valencia-Mallorca no dejaron indiferente a nadie, el entrenador dio la cara por sus jugadores y valoró el punto conseguido ante los bermellones. Lo cierto es que si nos quedamos en el reduccionismo debemos reconocer que el discurso fue pobre en la exigencia, pero obviamente tras sus palabras hay mucho mas. Baraja fue directo y su mensaje es entendible desde la frustración de no haber logrado la victoria; a Baraja no le gustó que Mestalla fuera demasiado vehemente con algunos futbolistas (Peter Federico estuvo en el punto de mira).

Siendo lógicos el valencianismo nunca puede dar por bueno un empate ante el Mallorca, pero Baraja también fue duro con los suyos en algunas salidas en las que el equipo no estuvo a la altura. La temporada merece el notable como nota y sería de sobresaliente si se logra la clasificación a Europa, pero nuevamente volvemos al contexto y es ahí donde el discurso de Baraja tiene trasfondo. Los jugadores tienen que mejorar y no hay que perder el punto de exigencia, tampoco es razonable permanecer en posturas que nada tienen que ver con las expectativas que se generaron a principio de temporada (muchos daban al Valencia como descendido y la propiedad fijó la permanencia como objetivo).

Es posible que las palabras de Baraja no fueran 100% acertadas tras el empate ante el Mallorca, pero nadie conoce a su plantilla mejor que él. Una vez pasada la tormenta es hora del análisis y de pensar en Granada,  agotar las opciones de clasificación europea debe unir a todos.