Me alegra que a un valencianista le vaya bien

Que Toni Lato se fuera del Valencia es algo que no entendí, aunque cuando se produjo, hacía ya muchos meses que estaba mucho más que claro. No comprendí aquel movimiento por parte del club, como así dejé escrito más de una vez, y me dolió que un buen jugador, un buen profesional y un mejor valencianista no se pudiera quedar en su casa, cuando era evidente que en esta plantilla podía sumar muchas cosas.

Se marchó a Mallorca, porque hay que ganarse las habichuelas, y aunque allí el año tampoco está siendo fácil, combinando rachas de jugar mucho con otras en las que es suplente de otro valencianista como Jaume Costa, está contento, está feliz, y ahora encima va a jugar una final de Copa.

En su caso, otra final de la Copa del Rey, porque será la tercera desde 2019, y por cierto, todas ellas en Sevilla, cosas de la vida. Me alegro mucho por Toni, y por su familia, especialmente por su padre, que es un gruñón, pero lo quiero un montón desde hace casi 30 años, toda una vida.  Me gusta que a la buena gente le vaya bien, porque además, en este caso, se lo merece.

Y estoy seguro, mucho más que seguro, que Toni llevará al Valencia en Sevilla, porque lo que se siente no se puede cambiar, y si al final logra ganar, sé muy bien que por allí rondará una senyera como Dios manda, porque la tierra tira, vaya que si tiro. Eres grande mi pequeño, y me alegra mucho que las cosas te empiecen a ir como te ganas cada día trabajando.