No hagamos dramas en el Valencia con Javi Guerra

Demasiados palos en el entorno del Valencia a Javi Guerra. E incluso a Rubén Baraja, por no encontrarle su sitio adecuado dentro del equipo, como si hasta ahora, salvando algunos partidos, el rendimiento global no esté siendo mucho mejor de lo esperado por todos. Entiendo que todos queríamos, y de alguna manera esperábamos, una versión aún mejor del Guerra que vimos el año pasado, y eso, si nos atenemos a la normalidad, es muy complicado.

Irrumpir es “fácil”, lo hemos dicho muchas veces, y otra cosa muy distinta es seguir dando ese nivel alto, o incluso mejorarlo, cuando eres poco menos que un debutante. La paciencia nunca ha sido una cualidad especialmente extendida en el valencianismo, pero en los últimos tiempos, con todo lo que estamos viviendo, es algo que se ha complicado aún más. El doble medio centro Guillamón - Pepelu ha dado consistencia y resultados, y a partir de esa realidad, Javi ha de buscar su sitio.

Como segunda punta, como media punta o incluso cayendo a un costado, donde ha tenido buenos partidos aunque no se hayan puesto en valor tanto como quizá se debería. Contra Las Palmas no estuvo brillante, como en general casi nadie, pero de ahí a muy mal o desparecido…

El plan de partido era claro, y de alguna forma iba bien hasta el minuto 89, en el que sobre el campo teníamos piernas frescas en 4 jugadores para correr a la espalda del rival, aunque al final no pudimos hacer gol y encajamos dos. Javi Guerra está pasando por el normal proceso de adaptación a la categoría, con sus altibajos, y lo mejor que podríamos hacer todos es echarle una mano a nivel mental más que meterle más presión aún, porque eso no va a ayudar a nadie.