El proyecto del Valencia pasa por Rubén Baraja como entrenador

El entrenador del Valencia en el futuro debe ser Rubén Baraja. Y esto es algo que no pienso discutir, que es evidente, que no hay falta discurrir demasiado para entenderlo, y que si no pasa puede ser uno de los mayores errores en la historia reciente de este club, y mira que en ese sentido hay ejemplos de todos los colores. El Pipo es mucho más que el señor que se sienta en el banquillo y prepara los partidos.

Todos lo sabemos, y es por eso que su figura quiere ser usada por algunos como arma arrojadiza contra la propiedad. Antes era que no debía firmar, luego que no debía renovar, y ahora que debe dimitir. Todo siempre a cuenta de la misma historia, sin que el Valencia, o lo que piense el propio Baraja, parezca que vale de mucho. Un día contará lo que le dije el pasado verano antes de firmar el nuevo contrato, pero ahora mismo, no se concibe este equipo, y este club, sin su figura.

Y por supuesto, esto no puede ser un cheque en blanco, es decir, si el plan es debilitar la plantilla al máximo, seguir vendiendo y que se haga magia con la cantera, ni en broma. Porque si esto va de empujar al Valencia al pozo, que baje Lim y se siente él en el banquillo, que ese marrón no se lo va a comer una leyenda que no se merece algo como eso.

Pero ese puente se cruzará en su momento, no ahora, y lo que no se puede, ni se debe, es generar un ambiente que no tiene sentido, repito, a costa de una guerra que se disputa en otro sitio muy distinto, al que por cierto no tenemos acceso.