¿Quién no quiere un gran Valencia? Igual hasta nos llevábamos una sorpresa

En el Valencia, cuento peor, mejor. Esa máxima, que es los tiempos de la URSS comunista, se empieza a dar en el entorno del club con mucha más frecuencia de lo que podamos pensar. O sí, porque hacer tonta a la gente es una falta de respeto, y hoy en día, con la enorme pluralidad que existe, eso ocurre si tú quieres, nada más. Aunque yo me pregunto, y lo hago cada vez más a menudo, si no será que puede llegar a venir mal el hecho de que algo vaya bien.

Porque claro, ¿y si un día dejamos de ser lo que somos ahora mismo? ¿Y si ocurre que todas las noticias que generamos no son malas? ¿Y si el Valencia vuelve a estar donde todos queremos, y eso ocurre más pronto que tarde aunque nadie esté diciendo que vaya a ser mañana? ¿Y si mañana no está Peter Lim, hay otro dueño, y los aficionados seguimos pintando cuadros en las grandes decisiones pero resulta que estamos arriba y no en el fango?

Demasiada gente alimentándose de odio y de mal rollo, y en muchos casos hasta generando enfrentamiento, para que la llama siga viva. Esto hace mucho que va de tener razón y no del bien del Valencia, pero esto último llegará, vaya que si llegará, y entonces veremos el valencianismo real de todos y cada uno de nosotros, porque en ese instante también habrá que dejarlo claro. Lo siento, pero sigo pensando que hay gente que vive mejor cuanto peor están las cosas, y eso es muy desagradable.