En el Valencia debemos entender el equipo que tenemos

Con Rubén Baraja y esta plantilla, a muerte. Eso no lo cambia un partido, ni diez. Ni un 7 de 9 ni tampoco encajar 5 goles y que el orgullo nos queme. Este año va a ser así, y el bien final del Valencia está por encima. Parón para decir muchas burradas, pero ahora toca ganar al Celta. Todos estábamos muy quemados el sábado por la noche, y el domingo. En la primera parte porque se nos escapó entre las manos la posibilidad de dar un susto muy serio al Madrid en su casa. Y en la segunda porque directamente no salimos, y eso no se puede aceptar. 

"Hemos elegido el peor escenario para cometer errores. Hay que ser auto críticos, no podemos conceder tanto. Hoy hemos ofrecido la peor versión de la temporada", decía Baraja al terminar el partido. Y no le faltaba razón. Y dos cosas: ni podemos matar al equipo, porque no tenemos otro, ni podemos tampoco justificar todo lo que pase. Hay que exigir lo que el entrenador le exige, porque él es quien mejor los conoce, pero sin que a nadie se le vaya la cabeza, porque las pasadas de frenada han sido muchas estos dos días. 

Lo hemos dicho muchas veces estas semanas. Este equipo un día nos hará enloquecer y otro nos desquiciará, y no porque ellos lo pretendan, sino que su juventud e inexperiencia, además de sus carencias, hacen que todo sea así. Ni podemos mirar a Europa en una buena racha, ni querer quemarlo todo porque nos metan 5. Que sí, que esto no es vida, que esto no es el Valencia que nos gusta y que queremos, pero es el que tenemos, y no podemos desviar la atención del objetivo real y final, porque entonces estaremos liquidados.