Jorge Mendes y su papel a corto plazo en el Valencia

La trama Mendes y el Valencia parece que no se terminan de encontrar en los últimos tiempos. Ha sido dar por sentado una serie de cosas sin más pruebas que las ganas de que pasen, y que todo se haya venido abajo como si fuera un castillo de naipes.

Ni me alegro ni me dejo de alegrar, porque negar la influencia de Mendes en la política de fichajes del Valencia es tan absurdo como decir que es el único que manda, pero está claro que las cosas no son siempre como se pretenden pintar. Mendes y Lim andan tirantes desde hace mucho tiempo, y la llegada de Gattuso fue un intento de normalizar las cosas, que como todos sabemos, no salió para nada bien. Y no acabó en desastre de puro milagro gracias a Baraja. 

Su incidencia en estos mercados ha sido mínima, y la pinta que tiene, aunque me puedo equivocar porque el fútbol es absolutamente dinámico y cambia por momentos, es que no será mucho mayor al menos ahora en el mes de enero. Se daba por sentado que en verano vendrían varios jugadores suyos cedidos, no vino nadie, y entiendo que seré de nuevo un discurso que se use en invierno, y sobre el que no me puedo pronunciar, porque nadie, ahora mismo, sabe qué demonios puede suceder dentro de casi dos meses, y menos en el mundo Lim.

Esto sólo viene a dejar claro que hay que analizar lo que pase y no lo que se quiere que pase, que son dos escenarios totalmente distintos y que en el entorno del Valencia estamos confundiendo de una forma mucho más que peligrosa. Y por cierto, para dejar mi postura clara: Jorge Mendes siempre cerca de mi club, porque cuando puedes trabajar con el mejor agente del mundo del fútbol, debes hacerlo.