Ricardo Arias es el Valencia

Insultar a Ricardo Arias en el entorno del Valencia debería tener algún tipo de pena impuesta. La obvia, que es el hecho de que te miren raro o que te insistan en que no te enteras de nada puede ser una, pero la verdad es que me parece claramente insuficiente. No soy objetivo al hablar de Richard, ni me da la gana serlo, porque sé perfectamente la mierda que ha tenido que tragar durante muchos años sin decir nunca nada, sin quejarse, sin culpar a nadie de sus males. 

El Valencia estaba por encima de todo, siempre, y después venía su dignidad, que es otro intocable, como he tenido de oportunidad de comprobar muchísimas veces. Cuando el otro día vi a su hija Irene en redes sociales pedir respeto, me tiré las manos a la cabeza, porque si ellos tienen que justificarse, es que nos vamos a la mierda, así de claro y con todas las letras. 

No sé qué tipo de guerras, intereses o historias puede haber detrás de todo esto, porque ni es la primera vez ni tampoco Arias es el único que recibe estos ataques de ira totalmente desmadrados y sin sentido, vergüenza ni respeto. Ricardo es el Valencia, de jugador y cuando colgó las botas. Pero claro, hay que conocerlo, hay que hablar con él, hay que respetarlo. Hay mucho adoctrinamiento, muy peligroso, muy extendido, y eso se lleva por delante cualquier cosa.

Pero a todos esos que intentan aborregar al personal, les diré que mientras haya gente que piense por sí sola, no os vamos a dejar que hagáis de vuestra capo un sallo, y que cuando le faltéis al respeto a gente como Ricardo, denunciaremos estas salvajadas con toda la furia posible. Ya está bien de estar callados y aguantas estupideces.