Javi Guerra, el Valencia y Rubén Baraja

"Peter Lim se frota las manos con la venta de Javi Guerra". El sábado por la tarde, y por la noche, se leían cosas muy extrañas después de una victoria del equipo. Y no una cualquiera, sino una importante, de las que te dan 3 puntos pero además una dosis de confianza que hace falta como el respirar. Y de todas las buenas noticias que podemos extraer de lo que pasó en Mestalla, hay una que sigue brillando por sí misma, y esa es el rendimiento de Javi Guerra.

Este chico ha nacido para jugar en la élite y al más alto nivel, porque tiene todo, absolutamente todo, para poder triunfar en el fútbol. Pero además ha contado con algo esencial para un chaval de su edad: la confianza ciega de un entrenador que lo conocía perfectamente y que sabía todo lo que podía dar en el verde. Cuando todo eso se mezcla, pueden pasar cosas extraordinarias, y eso es lo que lleva sucediendo desde hace unos meses, y con la sensación de que cada partido es mejor que el anterior.

Javi quiere jugar en el Valencia, y por eso renovó su contrato, ese que había pactado antes de su explosión. Ha enamorado a Mestalla, a la Liga, a todos, y el Pipo le da eso que necesita en cada momento para que el sueño no se rompa. Su sitio es este, aquí y ahora, y lo que venga en el futuro, pues Dios dirá, que no es el momento de hablarlo, porque no lleva a ninguna parte. Disfrutemos un poco de esta sensación, que parece que nos cueste recibir buenas noticias.