Sin salidas no hay fichajes, y el Valencia se desespera

Al Valencia no llegan fichajes y no se marchan los jugadores que deben salir. Y los días pasan a toda velocidad, el 11 de agosto cada vez está más cerca, y lógicamente, la intranquilidad, si no ya otro tipo de sentimiento, se están instalando en el entorno. Y nadie le puede reprochar nada, porque casi dos meses tarde de salvar la categoría en la última jornada, todo el mundo esperaba que la foto, a estas alturas, fuera muy diferente a que la tenemos, pero no ha habido manera.

Puedo empatizar con Corona y la operación salida, porque no es nada fácil, pero también lo hago con el aficionado, y de alguna manera con Baraja, porque el primero daba por hecho que todo sería distinto, aunque tuviera dudas más que razonables, y el segundo sabe que, sin la plantilla que va a tener de verdad, el trabajo que se haga ahora, aunque sea excelente, se va a perder en gran medida si no se cogen ahora mismo los automatismos que tocan. Y de esa encrucijada es poco menos que imposible salir tal y como estamos. 

Necesitamos un mínimos de 6 fichajes, si se terminan quedando Thierry, Paulista y Mamardashvili, que a día de hoy parece ser que sí, y eso pasa porque se venda a Yunus Musah y que salgan, de un modo u otro, Cömert, Marcos André, Cavani y Castillejo. Si se logra completar eso en breve, que se tienen opciones pero aún no está claro del todo, que vengan los fichajes que están en marcha será mucho más sencillo. Pero el tiempo pasa, la paciencia se agota, y los jugadores se ponen nerviosos viendo cómo pasan oportunidades. Y del aficionado mejor no hablemos, porque ese tiene para escribir un libro.