Anomalías en un Valencia de trinchera

El triunfo de ayer ante el Nottingham Forest no es indicativo de nada, ni en lo positivo ni en lo negativo. Lo que sí quedó de manifiesto en la primera prueba del Valencia es que hay demasiado trabajo que hacer y cada vez menos tiempo para rematar operaciones que son necesarias. Por mucha actitud que le ponga el cuerpo técnico el Valencia no será capaz de competir en primera división con una plantilla repleta de canteranos inexpertos y jugadores con poco bagaje, las llegadas no se concretan aunque la "operación Pepelu" fue un buen movimiento.

Al margen de lo futbolístico el Valencia tiene otro problema dentro del vestuario que en los últimos tiempos ha hecho mucho daño. Algunos jugadores cobran demasiado para el rendimiento que han dado al equipo, y en algunos casos sus ganas de jugar al fútbol son nulas en una ciudad que ofrece otras opciones en cuanto al ocio se refiere.

Es por ello que Baraja tiene señalados a los futbolistas que no desea tener en la plantilla, por lo poco que aportan y por el daño que hacen al grupo. No pasa una semana sin una polémica extradeportiva y hace tiempo que desde el club se deberían haber cortado de raíz estos comportamientos. Si el Valencia CF no destaca por la exigencia y el compromiso estará condenado a navegar de nuevo en zona de nadie.