La importancia de un punto que cabreó al entorno del Valencia

“No entiendo que el Valencia se conforme con un punto en Mestalla”. La frase, igual o similar, se escuchaba y se leía el pasado miércoles después del partido contra el Villarreal. Y lo puedo llegar a entender, porque era un partido en casa, hacían falta los 3, y podíamos haber ido a tumba abierta hasta el pitido final. Con todo y con eso, quien tuvo chance de ganar en el tramo final fuimos nosotros, y si no es por un fuera de juego de 10 centímetros, el gol de Alberto Marí habría hecho venirse abajo al estadio.

Estamos en el fango, que entiendo que no hace falta repetirlo más veces, pero quizá sí reiterar lo que eso significa. Hay momentos en los partidos que, si no has podido hacer 3, lo que no puedes es perder el 1 que tienes. Con 4 empates absurdos más, de esos encuentros que hemos perdido en los minutos de alargue incluso, el año seguiría siendo la misma vergüenza, pero las cosas no se verían exactamente igual, ni mucho menos. ¿Me estoy conformando con el punto ante el Villarreal?

Ni me conformo ni me dejo de conformar, simplemente digo que esto va de sumar todas las jornadas, como sea y lo que sea, y claro que es mejor ganar, que idiotas aun no estamos. Lo que no da nada es ir a tumba abierta a por un triunfo y que te cueste lo que tienes, porque eso ahora mismo son bofetadas que te parten la cara y de las que reponerse ya es poco menos que imposible por más que queramos.

Hay que seguir, hay que sumar, y hay que entender que no nos jugamos la Champions, por desgracia, sino el hecho de no bajar, que como todo el mundo debería tener claro, no tienen absolutamente nada que ver.