No me creo algunas soluciones para el Valencia

Atacar a CaixaBank y a los políticos para curar al Valencia. De verdad que no lo entiendo, no me entra en la cabeza, y por más días que pasen, y testimonios que pueda leer, no consigo comprender nada. Porque no hemos aprendido, porque no tenemos memoria, esas son mis conclusiones.

Pretendemos que otros nos limpien el trasero, sin ninguna necesidad ni obligación de hacerlo, y luego, cuando esté todo impoluto, entrar nosotros sin poner un euro para nada. Se lleva intentado décadas, las mismas que lleva saliendo mal, pero algunos quedan que son muy optimistas, y otros que les siguen una fe inquebrantable quizá esperando que, cuando caigan las migajas, les coja cerca.

No lo crítico, lo analizo, porque cada uno hace lo que entiende mejor para su vida y para su trabajo, eso que vaya por delante, y dejemos claro que con las cosas de comer no se juega. Pero cuando me refiero a los prohombres que pretenden un cambio desde un púlpito, y que la manos ejecutoras sean las de otros, y ellos ser sólo ideólogos e inspiradores, es cuando empiezo a temblar.

O a reírme, depende del estado de humor. Leía a un buen valencianista como José Domínguez que veía a mucha gente nerviosa cuando habla Martín Queralt, y mi respuesta, literal fue: ¿nervioso? Avergonzado. 30 años con la misma historia sin conseguir nada. Sin cambiar los argumentos, la pose, el talante.

Y sin traer a nadie que, de verdad, cambie las cosas a nivel financiero. La rancia burguesía valenciana con esa superioridad moral tan molesta”. Y no desdigo una sola palabra, porque es lo que pienso desde hace muchos años, y por desgracia, los hechos he visto en este tiempo, y sigo presenciando, se empeñan en que no cambie de opinión de ninguna de las maneras.