Un "Fernando Alonso" llamado Valencia

“He analizado muchas veces la posibilidad de volver al Valencia; pero no se dan las circunstancias. Tienes que tener una estructura, una forma de trabajar... Pongo el ejemplo de Fernando Alonso: si no le das los medios, no lo puedes cuestionar”. Las palabras de Rafa Benítez resuenan como una losa en mi cabeza. Primero porque es una persona a la que le sigo teniendo una fe inquebrantable por muchos años que haga que no hablamos. Y segundo porque tengo claro que nunca habla por hablar, y que, efectivamente, ha habido alguna ocasión en la que se ha podido dar su vuelta.

Pero Rafa, desde hace muchos años, exige ser ya no sólo el entrenador, sino el general mánager, algo que pudo ser en el Liverpool y que luego le ha costado más veces. Pero parte de un modelo, el del control total, que es lo que ha dado éxito a gente como Alex Ferguson o Arsene Wenger, que se prolongaron en el tiempo porque mandaban, sacaban y metían jugadores en base a una idea, e hicieron un trabajo excelente en sus respectivos clubes durante muchísimos años. Eso, en este Valencia de Peter Lim, es poco menos que impensable, y del algún modo pasaría lo mismo o partido en la gran mayoría de instituciones, pero está claro que con este sistema en el que el dueño puede levantarse un día y hacerlo volar todo por los aires, es una película de ciencia ficción.

Lo que duele, más allá de los detalles y de no haber podido disfrutar de una segunda etapa de Benítez aquí, es que el potencial, en todo, lo tenemos más que de sobre, y eso lo ve todo el mundo, dentro y fuera del Valencia. Lo ve todo el mundo menos quien debe verlo, que es el gran drama. Y lo peor de todo es que ya hace mucho tiempo que la comunicación con Singapur se cortó de forma definitiva. Tenía esperanzas en que eso cambiara con Layhoon Chan, pero o está en otras cosas y espero que sea el Nuevo Mestalla, o también nos podemos ir olvidando de esa vía, que en otro tiempo, fue tan provechosa.