Sobre si Gayà debe ir a Qatar y dejar de entrenar con el Valencia

“Le mando un fuerte abrazo a Gayà. Me acuerdo mucho de él, aunque entiendo que no quiera verme ni en pintura”. Las palabras son de Luis Enrique, el seleccionador nacional, en uno de sus ya famosos Twitchs, que están siendo el gran foco de atención del Mundial en cuanto a España se refiera más allá del fútbol. Cada vez que lo veo me da mucha rabia, porque este tipo me cae bien, es un genio, le ha dado la vuelta a todo y tiene bailando a la mitad del planeta fútbol simplemente siendo él, pero lo que le ha hecho a Gayà es algo que no me quito de la cabeza.

Mi mujer, que me conoce a la perfección, me decía el otro día que a ver si ahora me va a caer mal por eso, y aunque lo he intentado, no he podido conseguirlo. Para mí fue una canallada, que le perseguirá siempre, pero Luis Enrique está cambiando las reglas de todo, y eso era muy necesario. Y dentro de todo ese proceso, ha irrumpido también Rubiales, que es como la falla de la Plaza del Ayuntamiento, fuera de concurso para muchas cosas, y que me pasa como con el asturiano, por más que quiera que me caiga mal no lo consigo, porque ya son muchos años.

"Queremos mucho a Gayà porque tiene una forma de ser excepcional, es un tipo 10. He hablado con él un par de veces desde que dejó el Mundial. Si llegamos a semifinales, mi intención es que vuelva a Catar a estar con sus compañeros si su club quiere", decía el otro día. Y si eso llegara a pasar, no tengo claro lo que se debería hacer, o sí. Yo no dejaría que se fuera, esa es la verdad, aunque no sé si tendría cuerpo para decirle algo así, si realmente él tuviera ganas de ir. Pero cómo debe haber sido la canallada, que el nombre no se lo pienso quitar, para que se piense en estas cosas.