El Mundial no es problema del Valencia

Que Valencia sea sede del Mundial 2030 no puede ser un problema para el Valencia Club de Fútbol. Y quien no entienda algo tan simple como esto, lo digo con respeto, tiene un problema. Y me importa un carajo si el que manda se llama Peter Lim o Pepe Ramos Costa, como pasó hace casi medio siglo con el campeonato del mundo de 1982. Las obras de Mestalla le costaron la ruina al club, y en gran medida, su descenso a su Segunda.

Y eso es algo que algunos no olvidamos. Por eso, cuando se observa la presión sin medida por parte de ciertos sectores para que el Nuevo Mestalla sea algo que el Valencia no necesita, pero la candidatura para el Mundial sí, no podemos por menos que cogernos un cabreo de tres pares de narices. Podemos incumplir dos mil puntos de los que exige la FIFA para este tipo de eventos, pero es que eso no es problema nuestro, no lo puede ser, y no es de recibo ponerlo en el debe de nadie.

Que tengo claro que bajo la bandera de ir contra Lim cabe todo, pero es que las cosas no son así, por más que nadie se empeñe. Y menos aún sin el convenio firmado, el nuevo, que algún político parece que se haya olvidado del tema, y luego le tira por la cara al club que pueda acudir a la vía judicial hasta que no esté firmado. ¡Pues claro que sí!

Aquí hablamos de dos cosas muy distintas que se están mezclando de una forma totalmente interesada, y que da mucho miedo y mucha vergüenza. Y en este asunto que cada uno haga y diga lo que quiera, pero mi bando es el del Valencia, y no hay debate posible al respecto, ni mucho menos. Y si alguien me llama meritoner por ello, igual habría que empezar a decirle a alguno que ser de este equipo es mucho más que quejarse por todo, que la vida no es sólo eso.