¿Que es "malo" para el Valencia tener más de 35.000 abonados?

La salud social del Valencia no tiene debate, ni hoy ni nunca. Confundir al club con Meriton, eso que tan claro se dice tener pero que luego es obvio que no, suele gastar estas malas pasadas. Durante meses se ha dado por sentado que la campaña de abonos de 22/23 iba a ser un desastre, e incluso algunos medios de comunicación se hacían la pregunta de “¿quién se iba a sacar un abono del Valencia?”.

Llevo mucho tiempo diciendo que una cosa es lo que pasa, y otra lo que queremos que pase, y que nosotros, los periodistas, estamos para contar la segunda, y no la primera. Poner en duda el grado de pertenencia de la afición del Valencia no tiene ni pies ni cabeza, más allá del mero interés en socavar al máximo accionista, que es era cosa muy distinta, que no tiene nada que ver por mucho que se empeñen.

No se quiere entender, o no interesa, que Mestalla, con más de 50.000 personas cada partido, podría gritar más y más fuerte contra la propiedad, que parece que sea el único interés que se tiene ahora mismo par acudir al estadio. Y es posible, sólo posible, que haya mucha gente que quiera a acudir, además, a animar a su equipo. Por sentimiento y porque se tiene claro que va a ser más necesario que nunca, y eso, al aficionado valencianista, no se lo tiene que explicar nadir, porque su madurez ya hace el trabajo que debe.

He leído críticas a que haya tantos abonados este año, incluso sorpresa por parte de ciertos sectores. Con todo el respeto del mundo, que a alguien le llame la atención que en Valencia somos del Valencia, no deja de volverme loco. Y “sólo” llevamos 103 años así, nada más.