El Valencia de Bordalás y encontrar el equilibrio

La semana ha comenzado con la vista pueta en el partido ante el Cádiz. Lo deportivo se ha vuelto a ver enturbiado por el apartado social y las declaraciones del presidente, algo que sin duda no ayuda a tranquilizar unos ánimos que tras los últimos resultados no se encuentran al alza, tanto el equipo como el entorno deben encontrar el equilibrio. Y es que la temporada empezó de la mejor manera posible, con diez puntos de 12 posibles y la sensación de que este Valencia volvía a ser una alternativa. Debemos reconocer que todos participamos de esa euforia y era imposible no dejarse llevar por el optimismo.

Pero los duelos ante equipos llamados a estar en la parte alta han devuelto al valencianismo a una moderada resignación. El peligro de ello es que esta situación desemboque en el pesimismo absoluto y las dudas hacia el entrenador y la plantilla, siendo honestos, tenemos que dar un voto de confianza a unos profesionales que ya han demostrado que pueden hacer bien las cosas, desde luego mucho mejor de la manera en la que se hicieron el pasado curso. El equipo tiene carencias y aspectos a mejorar, al igual que una plantilla que ante las bajas está agarrada con pinzas como también se ha demostrado.

De nuevo llegamos a la palabra que encabeza este artículo: equilibrio. Equilibrio en el juego y también en la crítica, reconocer dónde se encuentra el Valencia CF en este momento pero no perder la ilusión cuando la temporada no ha hecho más que comenzar.