El momento de demostrar que este Valencia es un gran equipo, que lo somos todos

El entorno del Valencia rezumaba ilusión antes del partido contra el Madrid. A Bordalás se le llegó a preguntar si se podía ganar la Liga, que no seré yo quien diga lo que se debe hacer, pero que me parece que estaba fuera de lugar, aunque todo vale cuando uno se siente feliz. Durante unos minutos fuimos líderes, ganábamos a los blancos con muchos lesionados y dejándonos la piel en el verde, pero un par de minutos en los que todo se torció, nos dieron una bofetada en la cara con la mano abierta que nos ha dolido mucho. Pero que nos debe servir a todos.

Todos nos sentimos orgullosos de este equipo, porque al final da lo que pedimos siempre: lo que se lleva dentro, y si el contrario es mejor o tiene más suerte, pues a levantarse y a la otra. Pero esa ilusión no se puede pinchar como un globo por una derrota, o incluso por dos si no conseguimos ganar al Sevilla en el Pizjuán (que no será nada fácil, dicho sea de paso). Tenemos que estar dispuestos, todos, a sufrir con esta gente, a apretar el culo en cada partido ganando cada punto como si fuera lo último que fuéramos a hacer nunca.

Aquí el objetivo no cambia, es el mismo, y estamos en el camino. ¿Que hay equipos que son mejores que nosotros? Eso también lo sabíamos, y lo que habíamos pedido es que sudaran sangre para ganarnos, y eso le tocó hacer al Madrid. Y si no llegamos a tener tan mala fortuna, quizá otro gallo hubiera cantado. Hay que estar unidos, no hay que perder esa ilusión de hace unos días, porque al final, estamos creciendo todos juntos, recorriendo un camino que ya nos sabemos, y que todos tenemos claro que no es nada fácil.