Fin a la peor temporada del Valencia en décadas

Se termina, de manera oficial, la peor temporada en la historia reciente del Valencia. A nivel de resultados deportivos, sólo es comparable a la del descenso de 1986, aunque las circunstancias eran muy distintas en todos los sentidos. Se ha pasado peor de lo que tocaba, porque así lo quisimos entre unos y otros, y al final nos hemos dado cuenta de que no éramos tan malos. Tarde, pero al menos pasó. Aunque más allá del puesto cosechado, los puntos y el carro de goles en contra, hay muchas más cosas preocupantes.

Porque el curso nos deja claro que Peter Lim tiene un plan para el Valencia que nadie comprende, y que más allá de hacer networking en los palcos de Europa, no tiene cara y ojos para poderlo analizar. El curso ha dejado incendiado al valencianismo a nivel social como no se recuerda, con todo el mundo en contra de Meriton, aunque no todo el mundo unido y con las prioridades claras. Ese "todo el mundo" incluye a las instituciones, que además andan a la greña, los partidos que mandan, por la toma de decisiones vitales para la entidad.

Es 30 de junio, y por lo tanto, se marchan del Valencia Gameiro y Mangala, además de los cedidos, Ferro, Oliva y Cutrone. Se cierra el telón, técnico, a un curso que no podemos olvidar para no volver a repetir, pero que deja muchas preguntas en el aire, muchas incertezas que no deberían estar latentes encima de la mesa. Deja al valencianismo expectante y no unido como se debiera. Y quizá, esto último, es lo más problemático que tenemos. Que del Valencia, mande quien mande, somos todos.