El último servicio de Voro al Valencia desde el banquillo... por favor

Que sea el último día de Voro como entrenador del Valencia, por favor. Hemos dicho esto muchas veces, y de hecho, en 2017 se daba como algo seguro, ya que el de Alcudia tenía un puesto distinto en el organigrama de Mateu Alemany. Desde aquel “último día”, han sido 3 veces más… y es algo que no nos podemos volver a permitir. Además, con Voro se da un hecho casi sin precedentes en el fútbol. Desde 2008, cuando cogió al equipo por primera vez, sólo en una ocasión, 2013, el entrenador del filial fue quien ocupó el banquillo.

Fue mi querido Nico Estévez, que pasó una eliminatoria de Copa contra el Nàstic de Tarragona y luego perdió contra el Madrid en Mestalla en un partido maravilloso que se resolvió por detalles. Pero en 13 años, siempre Voro. Demasiadas veces Voro. Pero esta vez, de verdad, sí que tiene ser la última. Por todo, incluso por él mismo. Porque hemos llegado al punto de ponerlo a parir y faltarle al respeto, porque se le quiere calificar como empleado de Meriton y no del Valencia.

Y eso es una locura que habla bien a las claras del momento de histeria colectiva que vivimos. Sí, por culpa de Peter Lim y su gestión, pero no por ello debemos llevarnos por delante a los nuestros, como ha pasado ya con demasiada gente en este tiempo. Que sea el adiós definitivo de Voro, que ya ha realizado los suficientes servicios al Valencia desde el banquillo. Ah, y señor, muchas gracias, como siempre.