Día de hombres que quieren estar en el Valencia

El Valencia juega esta tarde en Mestalla un partido para hombres. Y que sean valientes, por cierto. La presión se va a cortar con cuchillo jamonero, porque sobre sus espaldas tienen el peso de un club centenario que está en una situación delicada, y que en caso de no ganar, lo puede estar aún más. Porque esa es nuestra realidad en este momento, demasiado cerca de los puestos de descenso, y con 5 jornadas, contando con la que se tiene que disputar, para terminar la Liga.

Los futbolistas que se pongan hoy la camiseta del Valencia deben tener muy claro todo esto, y aunque el ambiente de Mestalla sea de licenció sepulcral, habrá cientos de miles almas en vilo mirando el desenlace del encuentro. Así es este fútbol moderno que nos ha tocado vivir por culpa del maldito COVID-19, y hay muy poco, al menos por el momento, que se pueda hacer para cambiarlo. El año ha sido terrible en todos los sentidos, eso a estas alturas es absurdo repetirlo (aunque se hace de forma constante). No se trata ya de lo que merezcamos o no, porque eso es algo relativo y no tiene nada que ver.

Los jugadores del Valencia, los que con mayor o menor acierto han dado la cara todo el año, en muchas ocasiones para que se la partieran (y eso hemos sido nosotros mismos), deben hacer ese gran partido que siempre sale al cabo de una temporada, en el que ocurren cosas positivas que nadie espera, y que termina con una victoria que nadie contaba. Para eso hace falta gente comprometida y que sepa perfectamente lo que tiene entre manos, lo que nos estamos jugando. La confianza en esta plantilla ha sido siempre total, hablo de mí, porque ellos no tienen la culpa de casi nada de lo que ha ocurrido. Y por contra, son los únicos que pueden sacarnos de esto.