Torregaray, el internacional invisible del Valencia en los años treinta

Fue uno de los grandes defensas del Valencia en los años treinta, pero un cúmulo de fatalidades evitaron que debutara con la selección española

Jose Hernández | 17 DIC. 2016 | 15:19

Benito Torregaray Múgica fue uno de los grandes defensas del Valencia FC antes de la Guerra Civil. Central de gran envergadura y potencia física, llegó al club de Mestalla en 1928 y vistió la camiseta valencianista en más de 200 partidos. Su presencia en el equipo que alcanzó la final de copa ante el Madrid en 1934 le permitió pasar a la historia junto a nombres míticos como los de Pasarín, Vilanova o Juan Costa entre otros. Natural de San Sebastián, la muerte le sorprendió de forma repentina poco después de abandonar el Valencia FC, con solo treinta y cuatro años. Había dejado el fútbol y trabajaba como guardia municipal en San Sebastián. El 29 de diciembre de 1942, justo en el año en el que el Valencia conquistó su primera liga, se marchaba uno de los grandes futbolistas de la historia del club hasta ese momento.


Lo cierto es que las desgracias y fatalidades también le acompañaron durante su carrera deportiva. Torregaray no figura entre los valencianistas que jugaron con España aunque pocos jugadores tuvieron la oportunidad tan cerca. Es uno de los "internacionales olvidados", aquellos jugadores que vistieron la camiseta de España en partidos amistosos pero no están en los registros. Pero además, la historia de Torregaray y la selección deja capítulos curiosos que a continuación repasaremos.

No pudo estar en Highbury

Torregaray tuvo dos oportunidades importantes de jugar con la selección, nada menos que en la primera visita a Inglaterra en 1931 y posteriormente en el Campeonato del Mundo de 1934. El 29 de noviembre de 1931 el Valencia jugó su primer encuentro de primera división en Mestalla. Un día antes, el club recibió la noticia de la convocatoria de Torregaray con España ante las dudas que presentaba el madridista Quincoces, pero el seleccionador José María Mateos decidió prescindir a última hora de él y contar con el barcelonista Zabalo, otro jugador que no había debutado con España. El desencanto invadió a Benito Torregaray, aunque el asunto daría un giro inesperado con una nueva lesión, precisamente del jugador azulgrana que había elegido Mateos por delante del valencianista. La Federación pidió a Torregaray que se incorporara de inmediato a la concentración del equipo en Irún.

Como era de esperar, la noticia fue acogida con enorme entusiasmo por la prensa local y el Valencia. Aunque el club ya había tenido futbolistas internacionales, no era habitual que alguno de los suyos participara en partidos de este tipo. Además, la nueva reglamentación permitiría a Torregaray y al Valencia cobrar una suculenta prima por la convocatoria, algo que en tiempos de agobios económicos como aquellos se agradecía. En la ciudad existía la creencia de que sus jugadores no eran tan valorados a la hora de ir a la selección como los vascos, los catalanes o los integrantes del Real Madrid. El Valencia terminaba de ascender a primera división y el orgullo de los aficionados crecía como la espuma; la convocatoria de Torregaray era todo un premio.

Pero suele decirse que "poco dura la alegría en casa del pobre", y el 4 de diciembre de 1931 La Correspondencia de Valencia publicaba lo siguiente: TORREGARAY NO IRÁ A INGLATERRA. A última hora Quincoces se recuperó y Mateos decidió dar un paso atrás y dejar en casa al valencianista. Al respecto y en medio de la confusión se publica: "En verdad que nos hemos hecho un lío y ya no sabemos a que atenernos respecto al que podríamos llamar Caso Torregaray (...) Cuando ya nos felicitábamos y felicitábamos al interesado y al Valencia por el éxito, llega el famoso Tío Paco, que deja en nada lo de la lesión de Zabalo, y Benito Torregaray, que ya tenía preparada la maleta y repartido un puñado de puros a cuenta de las dietas que había de cobrar, se queda sumido en el mayor desengaño"

Torregaray no cruzó el Canal de la Mancha y tanto Quincoces como Zabalo terminaron jugando en Higbury ante Inglaterra. Los británicos dieron un repaso a los españoles y se impusieron por un humillante 7-1, días más tarde se maquilló el desastre venciendo a Irlanda 0-5. Torregaray había perdido su primera gran oportunidad de ser internacional y formar parte de una expedición que a pesar del resultado, pasaría a la historia como la primera selección española que jugó ante los Pross en territorio inglés.

También se queda a las puertas del mundial

En 1934 el Valencia hizo historia clasificándose para su primera final de copa. Más de 12.000 aficionados acompañaron al equipo hasta Barcelona en un encuentro que permanece en la memoria del club. El Valencia vistió un original uniforme para la ocasión y puso difícil las cosas al Madrid, pese a la derrota final por 2-1, el club y los hinchas volvieron orgullosos de Montjuic por la hazaña conseguida. Torregaray fue uno de los pilares defensivos de aquel Valencia entrenado por Jack Greenwell. Fruto de este trabajo el jugador llamó la atención del seleccionador Amadeo García Salazar, quien le convocó para los encuentros preparatorios para el mundial de Italia 1934.


Torregaray estaba ante la gran oportunidad de su carrera ya que tenía muchas posibilidades de jugar el primer Campeonato del Mundo al que España se había clasificado, no obstante era preciso ganarse el puesto ya que habría descartes.Para probar a los jugadores se organizaron tres partidos amistosos ante el Sunderland, uno de los mejores equipos ingleses del momento. Los dos primeros terminaron en empate y Torregaray jugó como titular el segundo de ellos. Sin duda, el valencianista era uno de los favoritos para acudir a Italia y además, contaba con una motivación añadida en la recta final: el último partido ante el Sunderland se jugaría en Mestalla.

Pero el 22 de mayo de 1934 la versión de los internacionales españoles, entre ellos Torregaray, fue muy negativa. Los ingleses dieron una exhibición de juego y ganaron 1-3, la prensa española lamentaba el mal nivel de la selección y las crónicas más pesimistas auguraban el fracaso en el mundial. Benito Torregaray fue uno de los más criticados debido a su lentitud, y una vez finalizado el encuentro el seleccionador García Salazar dictaba sentencia y anunciaba un nuevo mazazo para el jugador valencianista: "Prescindo de Torregaray" (Diario Excelsior 22-5-1934).


Según apunta Alfredo Relaño en el libro "Tantos mundiales, tantas historias", España intentó inscribir a última hora a Torregaray debido a la lesión del asturiano Pena, pero la documentación no llegó a tiempo. Lo cierto es que a pesar de la buena temporada realizada por el Valencia no hubo representación del club de Mestalla en la histórica cita mundialista de 1934. Benito Torregaray jugó su último partido con el Valencia en mayo de 1936, justo antes del comienzo de la Guerra Civil Española. La desgracia y varias casualidades evitaron que pudiera llegar a ser internacional aunque acarició el objetivo. Su prematura muerte seis años después apagó su figura para siempre.