Todos jugamos 12 finales

Es en los momentos duros cuando nos toca descubrir lo que de verdad somos. Nos quedan 12 finales y no tenemos mucho margen de error, pero no nos vamos a rendir, vamos a seguir luchando. He sido el primero en tener una actitud crítica con el equipo y, en ocasiones, con nuestro presidente, es cierto, no me he comportado como un abonado normal, sino mas bien como un aficionado sin señas de identidad. Es el momento de arrimar el hombro, de estar apoyando a los jugadores, de sentirnos orgullosos, todos, de lo que representamos para el club.

El éxito del equipo es el éxito de todos, todos tenemos una pequeña parcela en éste club, y cada uno la hace propia y exterioriza a su manera. Unos apoyan de una manera mas vistosa o ruidosa y otros lo hacen de una forma mas tranquila y silenciosa. Todos ayudamos a que el club llegue a donde pensamos que debe estar, y todos somos responsables del fracaso o de una temporada irregular. Los jugadores pueden estar mas o menos involucrados, pueden estar mejor o peor físicamente, los técnicos pueden acertar mas o menos en sus tácticas, pueden ser mas o menos conservadores, pero lo que es necesario es que dejemos de ir cada uno por su lado, es el momento de aunar esfuerzos y dejarnos de reproches al equipo que en nada benefician a los jugadores. Ser mas solidarios siempre va en beneficio del bien común, y ese bien se llama Huracán CF.

Y puede que éste año no juguemos la promoción de ascenso y puede que sí, va a ser que sí, pero lo que no podemos hacer es sentirnos derrotados cuando aún faltan 36 puntos por disputar. Éste ha sido un año de cambios, un entrenador nuevo con una filosofía nueva, seguimos siendo un equipo extraordinario en casa, pero fuera no somos lo que fuimos. Pues es el momento de volver a ser el equipo de años anteriores. La promoción de ascenso nos debe una, aquel rechace trágico de Jaén, si llegamos, de nuevo a jugarla, no se nos va a escapar. Plantilla y mentalidad nos deben sobrar para alcanzarla, pero tenemos que dar un paso al frente todos, ser una sola voz y llevar en volandas a los jugadores.

No es el momento de intentar cambiar la forma de cómo los abonados sienten el fútbol y se comportan durante los 90 minutos del partido, es el momento, de estar junto a los jugadores y de no reprochar absolutamente nada, al menos, mientras nos estemos jugando algo tan ansiado como una promoción de ascenso.

¡¡ AVANT HURACÁN !!