Goleada balsámica en Mestalla

Partido completo y goles tras la decepción copera

Miquel Moro | 12 FEB. 2012 | 20:07

Tan fría como cómoda se presentó la tarde de domingo en Mestalla. La visita de un Sporting de Gijón necesitado de puntos para no meterse definitivamente en problemas a la hora de mantener la categoría parecía un buen momento para que el Valencia olvidara la eliminación copera ante el Barça entre semana.

Además, el mensaje que enviaba Emery, que alineó a Soldado y a Aduriz, invitaba a pensar en un equipo ché no sólo con la iniciativa, sino también con argumentos para hacer daño a un equipo que, ya sin Manolo Preciado, sigue arrastrando algunos problemas en la defensa.

Pero no pareció funcionar de inicio la dupla ofensiva. El vasco probó con remates de cabeza desviados mientras que el valenciano quizás demostró que no le gusta a Del Bosque para llevárselo a la selección: pierde mucho cuando se aleja del área. También reseñable en el equipo valencianista la presencia de Guaita en la portería y la de Dealbert junto a Adil Rami en el centro de la zaga en lugar del sancionado Víctor Ruiz. Un 4-4-2 que tardó en funcionar, en culpa también por un equipo asturiano que supo pelear en los primeros minutos la posesión pero que poco a poco se encargó de anular el Valencia por medio de su potente juego de bandas: Mathieu y Alba por izquierda y Feghouli por derecha con la ayuda de Miguel.

Fue el jugador de Grenoble quien abrió el marcador pasada la media hora. Todo nació a partir de un sensacional cambio de orientación de 'Tino' Costa (muy intermiente durante este primer periodo) hacia Mathieu quien buscó en la frontal la llegada de Feghouli para que soltara un potente disparo cruzado que pasó por encima de Juan Pablo, que hasta el momento había solucionado con acierto el trabajo que había generado el Valencia.

Con el 1-0 el Valencia definitivamente se hizo con el control. Albelda, el jugador liberado de la presión sportinguista, dio buena circulación a la pelota y Feghouli y sus diagonales permitían espacios para que Soldado y Miguel hicieran daño a Canella que acabó lesionado a los poco después del gol.

Tuvo Aduriz la sentencia en el descuento del primer tiempo en un mano a mano ante Juan Pablo, pero su 'picadita' salió fuera por poco.

Y fue en la segunda mitad dónde vimos al mejor Valencia de la tarde. La instrucción de Emery fue clara, a pesar de haber sido superiores, la renta era corta y eso podía costar algún disgusto en alguna jugada aislada, así que no sólo tuvo el control, sino que también metió un par de marchas en el ritmo de juego. Y la cosa funcionó. A los pocos minutos una doble ocasión con un disparo lejano de Costa, algo más regular en sus participaciones en este tiempo, al que respondió bien Juan Pablo y que cayó de nuevo para un valencianista que buscó a Aduriz, que falló a pocos metros del gol. No fue la mejor forma de celebrar su partido doscientos en Primera.

Feghouli se quedó anclado en la derecha, abriendo el campo y dejando espacios a Costa para tener más participación.

El Sporting no podía tener posesiones largas. Recuperaba el balón cerca de su portería y no podía superar la presión del Valencia. Tuvo que esperar a que los ché levantaran un poco el pie del acelerador para ver a Guaita en la segunda mitad.

Pero antes ya habían encajado el segundo en una jugada por banda derecha que propició una serie de remates que no fueron capaces de despejar con contundecia desde la zaga visitante y que concluyó cuando Botía despejó hacia su propia portería un disparo desviado. Con el 2-0 el Valencia no paró pero Unai quiso dosificar jugadores y así Aduriz dejó su puesto a Jonas y Feghouli (ovacionado por su gran encuentro) salió para dar minutos a Piatti. Con dos jugadores con muchas ganas de demostrar, el ritmo del Valencia no se resintió aunque hubo que esperar al descuento para cerrar la victoria en forma de goleada.

Fue Jonas, por partida doble, el primero rematando de cabeza un buen centro desde la derecha y el segundo dibujando un buen desmarque para recibir y cruzar con clase el balón. Antes el Sporting ya había bajado los brazos y se presentaba partido sobre el césped, los cambios no ayudaron y la imagen mostrada en esta segunda mitad no ilusiona de cara a su permamencia.