El problema del Valencia se llama dinero, y la solución, también

Si no entendemos que el problema del Valencia se arregla con dinero, tenemos dos problemas, el dinero y el segundo problema. Entiendo a todo el mundo, y respeto a todo aquel que piense de otro modo, pero en esta cuestión debemos hacer el esfuerzo de abstraernos de que el Valencia es algo que forma de nuestra vida, desde que nacimos, y que en el espectro del que hablamos es una sociedad anónima deportiva, por desgracia, una empresa en definitiva, que se compra y se vende con dinero, y se gestiona también con lo mismo.

Peter Lim la compró con eso, en un proceso de venta lamentable y bochornoso, pero pagó. Y ahora, para sacarlo, o bien un juez determina que se han cometido ilegalidades, que hasta la fecha no hay condena alguna, o sólo podemos acudir a otro inversor que sea el clavo que nos saque el clavo que tenemos en el pecho. 

Y la dura realidad dice que todo lo hecho hasta ahora, que son 3 años de protestas de todo tipo, de haber salido en muchos medios de todo el mundo, de un ruido social como pocas veces en Valencia, no ha servido para absolutamente nada, porque Lim sigue en el mismo sitio, Meriton sigue gestionando, y como hay una serie de cuestiones que las cumple a rajatabla (sólo faltaba), no se puede hacer nada más que protestar y patalear. 

Dinero, el problema y la solución se llaman dinero, y no es que me guste o me deje de gustar, y por supuesto no voy a entrar en la tontería del “ponlos tú”, que eso no lleva a ninguna parte. Pero creernos discursos del palo “lo vamos a tirar”, como si eso dependiera de una o mil manifestaciones, o de dejar Mestalla vacío varios años (algo que jamás compartiré), sólo nos va a conducir a hacernos más daño a nosotros mismos. Rezo porque venga otro inversor, trabajo para buscarlo, porque creo firmemente que es la única salida que nos queda a esta situación de que nos ahoga y nos quita el sueño.