Evitar el naufragio y buscar cambios de verdad en el Valencia

La prioridad es la de salvar al Valencia del descenso, pero este objetivo no debe alejarnos de una visión crítica que reconozca la deriva del club

Jose Hernández | 02 MAR. 2023 | 09:00
Mestalla

La mayoría de la afición se ha concienciado de verdad, el miedo inunda el ambiente y la grada va a apoyar al equipo sin descanso con el fin de evitar el desastre. Mestalla va a ser una caldera en los encuentros que quedan y los futbolistas tienen que poner el resto. Las protestas contra la gestión continúan y es legítimo que sea así, pero dejando al margen a un reducido grupo de aficionados que anteponen sus intereses personales a los del Valencia, la madurez del valencianismo está imponiéndose declarando bien claras las prioridades.

Dicho esto tampoco debemos desviar el foco ni abandonar una actitud crítica, la gestión de Meriton es nefasta y ha llevado a un club centenario a cotas pocas veces vistas. Una vez se logre la permanencia será momento de pedir explicaciones y buscar soluciones, la salida de Peter Lim (venta de sus acciones para ser más precisos) no parece que se vaya a producir en el corto plazo, será la enésima vez en la que el valencianismo exija al menos una estructura deportiva profesional. Es lo mínimo que se puede hacer para intentar salir del hoyo, otra cosa abocaría de nuevo al equipo a jugar con fuego y a repetir resultados tan negativos como los de las últimas temporadas.

Se va a sufrir mucho y nadie debe pensar que la permanencia se logrará con facilidad, es necesario mantener el foco en lo más importante y ayudar al equipo. Una vez que se ha entendido eso, la reflexión debe ser profunda y los cambios significativos. Peter Lim no va a vender el club al precio que terceras personas impongan (eso debería estar claro a estas alturas), la presión tendría que ir dirigida a exigir una gestión eficiente que permita situar al Valencia cerca del lugar que merece. Los cambios son más necesarios que nunca aunque la división del entorno ya ha traspasado límites; si Meriton no está dispuesta a vender su mayoría accionarial, al menos sí debería dar un paso y no maltratar sus activos y a una afición cansada de decepciones.