Llenar el campo, cantar Lim go Home, y animar a muerte al Valencia

Todo debe caber, porque realmente cabe, y no debemos olvidar lo que es urgente, aunque es obvio que haya cosas que son muy importantes

Toni Hernández | 31 DIC. 2021 | 09:00
Mestalla

Ir a Mestalla a ver al Valencia, cantar Lim go Home cuando toque, levantar el cartel amarillo cuando toque, y animar al Valencia, a muerte, cuando toque. La teoría la tenemos todos muy clara, aunque en la práctica, y no es algo que siga yo sino que podemos ver los comentarios de los que asisten a los partidos cada semana, es que eso no termina de pasar. Hago un inciso para los cortos de mente, para los tontos del bote tan de moda estos tiempos, que ven en esto una crítica al que se manifiesta contra Lim.

Claro que hay que recordarle a la propiedad, en cada ocasión que eso sea posible, que estamos cansados, que no los queremos, y que exigimos muchas cosas que no se dan. Pero eso no quita para no dejemos de hacer lo más importante para un equipo de fútbol: sentir el apoyo de la grada desde que empieza a rodar el balón hasta que el árbitro pita el final. Y decir que eso pasa, con cariño, no es así. Me gustaría ver mi campo lleno, porque creo que es una de esas sensaciones que no se pagan con dinero, que de verdad amedrenta al jugador rival, porque ve  que ahí no cabe un alfiler, y que están encima, y que no van a parar de morder durante 90 minutos, y lo que se añada.

No seré yo quien le diga a nadie lo que tiene que hacer, porque hubo una época de mi vida en la que lo hacía, y eso es detestable, porque cada uno siente el Valencia como le da la real gana. Pero lo que como aficionado del Valencia no me perdonaría nunca es no animar a mi equipo desde el principio hasta el fin. Y eso no quita nada en absoluto para que pensemos, y manifestemos, nuestros hartazgo con la propiedad y su forma de hacer las cosas. Pero que lo urgente no nos haga olvidar lo importante, que eso también depende sólo de nosotros.