El largo adiós de Daniel Wass al Valencia, o no

La marcha de Daniel Wass del Valencia, si es que se llega a producir, se está convirtiendo en un show absolutamente inadmisible. El danés está haciendo bueno el dicho "jugadores mercenarios", y esas actitudes son las que consiguen que mucha gente les vea de ese modo. Tengo muy claro que no es así, porque cada futbolista, como cada persona, es un mundo completamente distinto, pero la actitud que tiene el ex del Celta de Vigo, que está jugando a lo mismo que cuando salió de allí, penaliza a todo el colectivo. Y deberían ser sus compañeros los que le dijeran algo, dicho sea de paso.

Ahora mismo dudo mucho que Wass se vuelva a poner la camiseta del Valencia. Pero no porque servidor piense que no debe hacerlo, que también, sino porque parece claro que a él no le da la gana, que es bastante peor. Quiere irse al Olympique de Marsella, que está más cerca de Dinamarca que Valencia, pero que no le hace volver a casa con su familia, tal y como empezó argumentando hace un par de meses para ver si se podía marchar por la cara. Cuando un jugador toma ese camino es todo muy complicado, pero el club no puede ceder ni medio milímetro ahora mismo.

La oferta de los franceses parece que ya alcanza los 1,5 millones de euros. Una broma, pero al menos ya no es una falta de respeto como los 750.000 euros de hace unos días. Por Wass quedan dos millones y medio por amortizar, con lo que como mínimo deben llegar a esa cifra, aunque luego hay otro "problema": José Bordalás cuenta con él, porque es un jugador muy de su corte y lo necesita. No está nada claro el final de esta historia, pero se tendría que resolver, de un modo u otro, esta misma semana, antes del debut liguero contra el Getafe.