Ganar, esperar, pedir profesionalidad y que nadie pierda el norte en el Valencia

El Valencia debe ganar en Sevilla y esperar a que el Levante no pierda contra el Getafe para ser séptimos. Y si queremos estirar la carambola, que el Atlético de Madrid culmine la “cadena de favores” a los de Mestalla ganando a la Real Sociedad nos haría hasta sextos, salvando incluso las rondas previas de Europa League. Esto es lo que dicen las matemáticas en la jornada de fútbol que debería servir, al menos durante unas horas, para que olvidáramos todas las guerras intestinas que nos consumen, y viéramos con algo de ilusión el choque de esta noche en la sagrada ciudad de Sevilla.

Tengo claro que eso se producirá, al menos de salida, y que el resultado y lo que pase en otros campos, irá marcando el humor del resto de la jornada. Si entramos en Europa, la nada. Si nos quedamos fuera, el caos (que lo es, pero ya lo sabemos desde hace días). Los jugadores estarán observados con lupa, como siempre, por aquello de la actitud. Pero insisto en una cosa: no veo a nadie que se deje ir, que baje los brazos, que se arrastre. Los he visto superados, desconectados y despistados, pero no con ningún tipo de falta de dedicación, al menos manifiesta.

Se les debe exigir que sean profesionales, porque siguen cobrando por ello, pero es obvio que esto también tiene un componente humano que no podemos dejar de lado. Quien no esté para competir, debe ser honrado y no salir, que no pasa nada. Y el entorno es el último factor de un domingo que seguro que va a ser intenso. Las burradas estarán al cabo de la calle, y si bien es cierto que todos podemos expresar nuestra opinión sobre lo que ha sucedido este año, el insulto quizá no sea la manera más adecuada de hacerlo.