La falta de fe en el Valencia de Peter Lim: las razones

Sorprende que haya una exigencia en ocasiones desmesurada, con una absoluta ausencia de confianza... y de negación ante lo que no está mal

Toni Hernández | 17 MAY. 2020 | 07:00
Lim en Sevilla

En el entorno del Valencia hay una falta de fe absoluta en Peter Lim. Es algo lícito, cada uno piensa lo que le da la gana y como le da la gana, pero resulta curioso que se dé esta situación por un lado, y por otro se exija al máximo accionista de la entidad (o dueño, según el dinero que haya que poner o pagar) que asuma todo lo que hay pendiente en la entidad de Mestalla desde hace muchos años. “Es su obligación, que para eso es el dueño”, se puede escuchar o leer. ¿Veis? Aquí sí lo es, ya no lo somos todos, porque el que tiene que “soltar la pasta es el chino”, como se le llama de forma despectiva, algo profundamente molesto y que denota una falta de respeto que no se debería consentir ni mucho menos normalizar. Y a esa falta de fe le añadimos unas exigencias que son absolutamente contradictorias con ese pensamiento.

Porque no nos fiamos de Lim, pero le decimos que tienen que venir los mejores jugadores. Insistimos en que su modelo de negocio es comprar y vender (como el de todos los equipos, vaya), pero nos quejamos de algunos futbolistas que son “muy malos” y luego ponemos el grito en el cielo porque no nos dan 60 kilos por ellos. A Lim le censuramos que priorice la Liga sobre cualquier otra competición (que de ahí a no querer ganar la Copa va un trecho), pero luego decimos que le importa un pimiento el tema deportivo. Nos da igual el Nuevo Mestalla, pero se le pone contra la pared para que sea él quien lo pague (cuando eso no está firmado en ninguna parte). Es una forma de funcionar con doble moral, no cabe duda de ello. Sólo me pregunto si de verdad todos somos conscientes o es algo que nos sale “sin pensar”.