El menosprecio al Valencia, como concepto

Todo lo que se hace está mal, o no está bien del todo, y aunque culpamos a los de fuera, desde aquí también tenemos "lo nuestro"

Toni Hernández | 17 ENE. 2020 | 07:30
Fachada de Mestalla

El menosprecio al Valencia es una constante cansina y agotadora, que muchas veces achacamos a lo que viene de fuera, que flores no nos tiran, pero que nace demasiadas veces aquí mismo. Siempre hacemos de menos a todo lo que sea positivo, y agrandamos lo negativo, casi con regocijo en algunos casos, con una sorna que resulta molesta, muy molesta. Nunca es suficiente, nunca se hace nada bien, todo lo malo está hecho poco menos que con premeditación, y el Valencia, lo que consigue, es casi por suerte o carambola, porque no parece haber trabajo, dedicación, esfuerzo y profesionalidad. Esta semana se conocía que es el cuarto club de La Liga que más factura, con casi 190 millones de euros. El eco ha sido casi cero. Y si hubiéramos sido el octavo, ¿alguien cree que no se hubieran armado debates sangrientos hasta el amanecer?

Pasa con todo, deportivo y no deportivo. Cualquier decisión que toma el Valencia, y ya no digo el Valencia de Lim, que tiene un extra de inquisición y morro fino del entorno que no había conocido nunca, sino el club en general, es puesta en entredicho, nunca para bien. Insisto, lo malo se agranda y lo bueno poco menos que se tapa. Eso, además de ser injusto, es muy absurdo y sólo ayuda a generar un clima de crispación en el que algunos pueden estar muy cómodos, pero el valencianista de verdad, no. Si leemos lo que la opinión pública dice del Nuevo Estadio parece que poco menos que haya que pedir perdón por querer acabarlo, y si miramos a la renovación de Ferran, si le das mucho te pliegas a sus deseos, y si no se lo das lo dejas escapar. ¿Y quién ayuda al Valencia en todo esto?