Máximo respeto al entrenador del Valencia

El Valencia tiene un pedazo de entrenador que se llama Albert Celades, a pesar de muchas cosas, de mucha gente que empieza a recular y de una parte del entorno que lo recibió como si fuera un apestado cuando la guerra no iba con él. En poco menos de 3 meses ha dejado claro que todavía debe madurar muchas cosas, nadie nace aprendido, pero que el club no fichó a un comentarista venido a más o a un ex jugador con ínfulas de entrenador, sino a un fenómeno de técnico que tiene una plantilla brutal, y sobre todo, un sentido común que hace que esos recursos se manejen con mucha más fluidez. Tiene sus ideas, no se ha escondido nunca de ello, pero tampoco se obceca en que manden por encima de todo, porque él ha vivido muchos años en el verde en el máximo nivel, y sabe que el jugador debe estar a gusto y feliz con lo que hace.

Debe creer en ello por encima de todo, y si obligas a un futbolista a algo que no ve, que no entiende, estás condenado a fracasar de forma estrepitosa. Y Celades ha rehusado hacer eso desde el primer momento. Todos tenemos claro que este equipo terminará jugando 4-3-3, como hizo y de forma brillante contra el Villarreal por cierto, pero si se siente más cómodo con su clásico 4-4-2, no hay ningún problema ni ataque de entrenador. Iba a ser la marioneta de Peter Lim, un mamporrero con aspiraciones, y ha resultado ser un entrenador con una pinta extraordinaria que puede hacer grandes cosas en el Valencia. Nadie va a pedir perdón, ya nos conocemos todos, pero alguno quizá debería taparse un poco aunque sólo sea esta vez.