Marcelino, este Valencia no puede ser un desastre y un triste

Decepción e impotencia, mucha tristeza y una desilusió que duele mucho más que cuando el equipo hacía el ridículo hace dos años

Redactor Jefe | 24 OCT. 2018 | 00:01
Dani Parejo

“El Valencia por este camino no puede ganar partidos”, decía Marcelino García Toral al final del encuentro que puede haber supuesto la sentencia del equipo en la Champions League. Y sin duda tiene razón, aunque con eso nos vamos a quedar, porque con la razón, ahora mismo, no se va a ninguna parte. 1 partido ganado de 12 diputados, y muchos de ellos han sido contra equipos netamente inferiores, como por ejemplo el Young Boys suizo. Se ha hecho un equipo para el técnico asturiano, a su imagen y semejanza, con las altas y bajas que él ha considerado oportunas, diciendo a todo que si y con un esfuerzo a todos los niveles del club espectacular. El rendimiento es indigno, y las explicaciones, hasta ahora, casi también.

Que esto es un desastre, que ya no vale el cuento de que los jugadores han venido pasados, o pesados, o sin pretemporada, o se deben adaptar, o cualquiera de la excusas estándar que se usan en estos casos, que muchas veces son ciertas, pero que llegados a este momento están totalmente agotadas. Esto no se puede aguantar ni tolerar, y el nivel de exigencia no se puede poner más bajo, que esto es el Valencia, estamos en el año del Centenario, y este equipo se había diseñado para poder recortar distancias con los más grandes de España y de Europa. ¿Hay que jugar a dar palos? ¿En serio tenemos que volver a esos tiempos para que alguno se ponga las pilas? ¿Es que no hemos aprendido nada?