El mensaje de Anil Murthy sobre la política de recortes del Valencia en fichajes y otros menesteres

El discurso del nuevo presidente del club ha generado todo tipo de interpretaciones, aunque el modo de analizarlo debe ser mucho más global que particular

Toni Hernández | 03 JUL. 2017 | 07:15

Anil Murthy, el nuevo presidente del Valencia desde el 1 de julio, ha desatado un debate y unas críticas (intuyo que esto va a pasar cada vez que hable sin ningún género de dudas) que han puesto en cuestión todo el proyecto de cambios de Peter Lim para el club que se lleva gestando y ejecutando desde hace muchos meses. Al final, y eso era algo que se discutía el año pasado y que era demagogia de saldo regalado, aquí importa lo deportivo, y lo demás da igual. Si el club dice, resumiendo de modo muy coloquial, "que la cosa está muy mala", se encienden las voces de alarma y se toca a arrebato, porque como todo el mundo sabe, el Valencia pensaba gastarse 150 millones de euros en este mercado de fichajes (estoy en modo irónico, no la vayamos a liar más de la media habitual).

Y es que eso de "el presidente anuncia más recortes" no lo acabo de interpretar, quizá por mi optimismo natural o porque soy tan raro (o torpe) que si no me dicen las cosas meridianamente claras, no las cojo. O eso, o que sigo encabezonado en que el club tiene un plan y marca los pasos, y que nadie se está saliendo del guión, y el mensaje es el mismo por parte de todos en público y en privado. A Murthy se la va a dar fuerte siempre porque ha cometido el error (de novato pero no debe repetirlo), de contar con algún periodista de supuesta confianza. Me parecería igual de error que hubiera elegido a otro, pero él ha tomado una decisión y el tiempo y los hechos le dirán si ha acertado o no. Y no seamos cínicos y caraduras, porque si hubiera tomado otro camino (llámese otro medio), ahora todo sería maravilloso. Y el que dice lo es diría todo lo contrario, aunque la realidad objetiva fuera la misma en lo dos casos. Esto es el periodismo deportivo valenciano por norma general, que también hay buenas excepciones.