El Valencia 2017/2018 y Peter Lim

Poco se está hablando del dueño en las últimas semanas, pero ya que Pedro Cortés sacó su nombre a pasear, valoremos qué está haciendo el club

Toni Hernández | 14 MAY. 2017 | 00:03

Peter Lim, el dueño del Valencia, el hombre que puso 200 millones de euros de una forma u otra en el club para vergüenza de todos los que durante años se los estuvieron llevando pero que ahora tienen la jeta de protestarle. El hombre que le dio vida a la institución, económica en ola UCI, pero que ha hecho dos años deportivos para tirarse por la ventana con decisiones que no se entienden ni con un coma etílico de cena de equipo. Su nombre ha sido borrado de todos los medios en las últimas semanas, aunque entiendo que como traca final para el cierre de Liga el personal crítico, con todo el derecho del mundo, se moverá para montar la “madre de todas las pitadas”. Normal, comprensible, lógico y hasta sano. Aunque Lim llega al final con los deberes hechos, con el club cambiado de arriba a abajo, con nuevo presidente, nuevo entrenador, nuevo director general, nuevo director deportivo, todo nuevo. Todo hecho.

El Valencia 2017/2018, “salvo” los jugadores, está en marcha, y desde hace semanas. Es el proyecto que con más tiempo y tiento, y conocimientos basados en el prueba/error ha elaborado Meriton, y aunque eso por desgracia no te asegura nada, lo cierto es que nadie va a poder hablar de improvisación, por mucho que quieran algunos, que querrán. Ahora sólo falta que se baje el telón, que se apaguen las luces, que muchos jugadores salgan volando por la ventana y que llegue savia nueva que devuelva el club donde le toca y no donde lleva malviviendo dos años, eso sí, a precio de oro. Los palos a Lim siempre estarán bien (cuando sean justos y merecidos), pero este año llega con la lección aprendida.