Las venganzas personales en el Valencia

Estamos entrando en el tema personal, más que sobrepasando las descalcificaciones, y como esto no creo que sea la jungla, o paramos o nos vamos todos al pozo

Toni Hernández | 19 NOV. 2016 | 00:02

El Valencia pasa por un momento deportivo más que delicado, con el equipo jugándose mucho más que 3 puntos frente al Granada, y todo ello debe ser el primer argumento del que deberíamos estar hablando todos, y entiendo que así será al menos desde esta noche, pero hay cosas que uno, por mucho estómago que tenga, cuando las vez no le pueden dar igual. La descalificación personal está más que presente que el murciélago en el escudo, y eso es algo inadmisible, que parece que venga del proceso de compra-venta del club, y que parece que instauró para siempre el "todo vale". Se ha llamado a la presidenta Layhoon Chan mentirosa, sin más argumento que el sí por el sí. Se ha dicho de Suso García Pitarch que es multimillonario que quiere arruinar al Valencia, demasiado para "sólo" haber cometido el error del entrenador y la falta del 9. Se llama a Peter Draper vago, cuando servidor, que le ha visto trabajar, no tiene tan claro ese concepto.

El que se lleva la palma, también es lógico, es Peter Lim, al que se le dice de todo, pero en este caso de forma más curiosa aún: ¿cuántos habéis hablado en vuestra vida 2 minutos con él para juzgarle en el tema personal? No entro en que se mire el tema deportivo para juzgar el estado general del club, eso es fútbol y va con el sueldo. Pero decidme, ¿cuántos? Yo sí he hablado con él. Y no una vez. Y ha cometido mil errores, deportivos la mayoría, pero escuchar ciertas cosas... Lo mismo que tampoco es de recibo llamar delincuentes o cosas peores a la gente de la Curva Nord. Llevo meses hablando con Fernando León y mediando, charlando con unos y con otros. Él puede dar fe. Se nos va la pinza en el tema personal, y eso hace que vivamos en un estado permanente de guerra civil asqueroso. Eso sí, algunos disfrutan como cerdos en el barro, porque aplican la máxima: cuanto peor, mejor.