Djukic repite una 'rajada' para la historia en Barcelona

El técnico, como ya hiciese como entrenador del Valencia en 2013, volvió a 'matar' a sus jugadores tras el 5-0 en el Camp Nou.

Paco Polit | 20 DIC. 2014 | 20:00

El técnico del Córdoba, Miroslav Djukic, cargó contra la imagen mostrada por los jugadores de su equipo tras la goleada encajada ante el FC Barcelona en el Camp Nou (5-0). El serbio repitió un discurso muy similar al que ya le supusiese una fractura imposible de soldar con la plantilla de su Valencia CF en septiembre de 2013.

El de Sabac fue durísimo con sus futbolistas durante dos minutos de 'rajada' ininterrumpida tras la primera pregunta en la sala de prensa del Camp Nou: "La historia duró un minuto y después ya se acabó. Huvo pocas faltas, pocos huevos, y a mí me duele esto. Siento vergüenza. Cuando veo que Iniesta defiende con más huevos que nosotros a mí me duele. Nosotros salimos a pedir camisetas al Barça, y entonces apaga y vámonos. Me doy pena a mí mismo", exclamó.

Su tono fue haciéndose más y más contundente con el paso de los segundos. "Lo siento y pienso que la gente del equipo también lo va a sentir, lo va a notar. En mi equipo, aviso, van a jugar los que tienen huevos. Si me voy a Segunda división, será con guerreros. Con la gente que tenga el cuchillo en la boca, aunque no tenga ni idea de fútbol", amenazó.

"En esta puta vida, o eres bueno, o eres guerrero, pero tienes que tener algo", continuó, asegurando que piensa señalar a algunos de sus jugadores por lo ocurrido tras la paupérrima imagen mostrada ante el conjunto de Luis Enrique. "No hemos estado a la altura, y me duele. Y o lo cambiamos, o no vamos a ningún lado", sentenció.

Las palabras de Djukic resultarán familiares para los aficionados del Valencia CF, quienes vivieron una 'rajada' similar en la segunda jornada de la temporada 2013-2014, tras un monumental batacazo del equipo ante el RCD Espanyol en Cornellà-El Prat. Entonces, el serbio destacó que "igual no somos tan buenos como pensamos, tenemos que bajarnos de la nube y empezar a currar, yo no veo ninguna estrella aquí" y que "sin trabajar y sin poner intensidad, no vamos a hacer nada". Su mensaje sentó como un tiro en el vestuario y fue el inicio del fin del serbio en la caseta blanquinegra.