Joao Pereira, el hombre que rompió con su pasado

El nuevo fichaje del Valencia tuvo una infancia complicada

Francisco Ortí | 05 JUL. 2012 | 09:26

En Casal Ventoso, un barrio de Lisboa, es más fácil encontrar un traficante de drogas que un policía. "Nadie se atreve a entrar al barrio si no es para comprar o vender drogas", advierte Joao Figueira, inspector jefe del cuerpo de narcóticos de Portugal. Camuflados entre serpenteantes calles o escondidos tras viviendas famélicas, los camellos convirtieron Casal Ventoso en el llamado 'supermercado de la droga' de Lisboa y en el epicentro del tráfico de drogas de Portugal. Un lugar desapacible en el que los policías son maltratados simplemente porque su presencia ahuyenta a los compradores. "No sabemos como atajar el problema", reconoce Joao Figueira.

La solución fue demoler el barrio y empezar de cero. Un remedio drástico con el que se amputaba un miembro gangrenado de la ciudad. Aunque para Joao Pereira ya era tarde. Casal Ventoso fue el escenario de su infancia y su carácter quedó marcado por lo que vio entre sus calles. El nuevo fichaje del Valencia por las tres próximas temporadas creció sorteando jeringuillas, escapando de las drogas y escondiéndose de los drogadictos. El fútbol se convirtió en su plan de fuga y le rescató a tiempo.

Joao Pereira con el BenficaJoao Pereira logró huir de Casal Ventoso, pero Casal Ventoso tardó en salir de él. Quedó impregnado en su carácter. Como un gato salvaje al que intentan domesticar, el luso sacaba las uñas en cuanto se sentía acorralado, lo que le pasó factura durante sus primeros años en la élite. Tras formarse en las categorías inferiores del Benfica, Joao Pereira debutó con el primer equipo durante la temporada 2003-2004 de la mano de José Antonio Camacho, causando una gran impacto. "Ha nacido una estrella", tituló en su portada en el diario Record para dar la bienvenida a la nueva promesa del fútbol portugués. Llegaron los títulos y los elogios. Todo marchaba perfecto para Joao Pereira hasta que en su camino se cruzó Ronald Koeman.

La llegada del técnico holandés al banquillo del Benfica durante la temporada 2005-2006 marcó un antes y un después en la carrera de Joao Pereira. Koeman le condenó al banquillo, primero, y luego le alejó de las convocatorias. Cansado de no tener minutos, el jugador acudió al despacho de su entrenador para pedir explicación. La conversación acabó transformándose en una pelea y Joao Pereira convirtiéndose en jugador del equipo filial del Benfica. La situación no se desbloqueó hasta el mercado de invierno, cuando puso marcharse como cedido al Gil Vicente.

Koeman se marchó en cuanto terminó esa misma temporada, pero Joao Pereira no quiso volver. El holandés le había maltratado, pero el Benfica le había traicionado. Enfadado, el luso adoptó la misma solución que se utilizó en su barrio. La policía derrumbó Casal Ventoso, él derrumbaría su pasado. Abandonó el Benfica y se reinventó. Ese extremo derecho que sorprendió a Portugal se transformó en un lateral derecho que comenzó a dar sus pasos en el humilde Gil Vicente y, posteriormente, en el Braga. Fue precisamente en este equipo donde se consumó como un especialista en el flanco derecho de la zaga y sus buenas actuaciones le llevaron al Sporting Club de Portugal en 2010.

El resto de la historia ya es conocido. Joao Pereira se convirtió en uno de los mejores laterales derechos de Portugal en su regreso a Lisboa y se asentó en la selección de Portugal, siempre con Paulo Bento como socio ideal. Tras dejar muy buenas sensaciones en la Eurocopa 2012 y a sus 28 años, Joao Pereira afronta el mayor reto de su carrera al fichar por el Valencia para las tres próximas temporadas. El gato salvaje consiguió romper son su pasado y está en Mestalla para triunfar.

Joao Pereira, Sporting CP

LO QUE APORTARÁ JOAO PEREIRA AL VALENCIA